jueves, 15 de noviembre de 2007

envidia


Uno de mis compis de aventuras por el mundo del alpinismo sufre últimamente un extraño enamoramiento por las aristas de las montañas. Recorrer una afilada arista produce sensaciones encontradas; por un lado motiva enormemente el hecho de intentar superar un reto que tiene tanto de alpinismo como de funambulismo y por otro lado uno siempre tiene presente que un traspiés en este terreno tiene consecuencias generalmente catastróficas. Una vez puestas esas sensaciones en la balanza sólo queda esperar a ver como se inclina inexorablemente del lado menos racional y esperar que la actividad resulte disfrutona...Por momentos se consigue, los mas, en otros en cambio deseas tener una afición menos necia y envidias al rebaño, con su tele, su camiseta imperio y cerveza adosada, su fútbol, su partida de tute...

NI DE COÑA!!!

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